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LA MUERTE

"Cuando el cuerpo muere, el espíritu etéreo retorna al aire, produciéndose así una metamorfosis completa" SU WEN

Morir es tomar las alas de una mariposa, salir de nuestro capullo, de este cuerpo que nos aprisiona, nos somete, nos hace sentirnos atados y no libres como realmente somos.

Una persona que en una ocasión me dijo "la vida es fantástica", se está muriendo, pero realmente no está triste, está cansado de una enfermedad que le limita, contra la que lucha pero no vence. Pero esto es aparente, ha vencido desde el punto que sabe que dentro de unas pocas horas, tal vez algunos días será libre.

Cuando pienso en la muerte, siempre llega a mi cerebro la imagen de una estación de tren, antigua quizás de principios de 1900, donde los viajeros con sus maletas se despiden de sus familias, es bueno tener la opción de que el enfermo conozca su situación para que pueda despedirse, decir a cada persona cercana en su vida, quizás aquello que cuando estaba lleno de vitalidad no fue capaz decir y también es bueno tener el conocimiento de esta próxima despedida los familiares, que sanan su corazón de la culpa, de los besos y abrazos que no han dado, de los buenos ratos (que seguro que hay alguno), que recuerdan con la persona que se va.

Ante un cadáver no se debe llorar, se debe de estar feliz por el que se va. Lloramos siempre por nuestro propio egoísmo, porque ya no vamos hablar con la persona, porque ya no nos protegerá, nos amara, nos abrazara ... Cuando una persona llega a mi consulta y acaba de perder un familiar, siempre hago un tratamiento que me enseño mi maestro, "abro el cofre de sus emociones", para que se libere y la persona comprenda, entienda y se desprenda.

 

Paloma Cerezo
cursoauriculoterapia@gmail.com

 

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